Mi maestro el pulpo
Al principio del documental, Foster menciona que estaba pasando por una crisis personal en la que se sentía completamente desconectado de la naturaleza. Entonces, decidió hacer inmersiones de buceo libre (buceo sin tanque de oxígeno) diarias en el Gran Bosque Marino Africano como una forma de terapia.
Un día en su sesión de buceo, Foster se encontró con una pulpa y comenzó a observar sus movimientos. A partir de ese día bajaba
para observar e interactuar con ella hasta que se convirtió en una rutina para ambos, él la iba a visitar y la pulpa lo recibía en su hogar. Poco a poco se fue formando un lazo inquebrantable entre ellos. Y con cada inmersión, se dio cuenta de lo inteligente que era esta criatura marina y cómo usaba el entorno a su favor, ya sea para evitar ser detectada por los depredadores, usar caparazones como herramientas e incluso desarrollar sus técnicas de caza.
Sin embargo, como cualquier otra criatura tiene una esperanza de vida establecida, y este tipo de pulpo tiene uno de 18 meses. A pesar de tener un corto período de tiempo, Foster logró aprender muchas lecciones de vida por parte de la pulpa, convirtiéndose en Mi maestro el pulpo.
Por supuesto, no tienes que sumergirte en el Gran Bosque Marino Africano y encontrar un pulpo para formar un vínculo para comprender y apreciar la complejidad del mundo natural, pero este documental inspira y motiva a las personas a desarrollar y mantener nuestra propia conexión única con la naturaleza.
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